Cuando se pierde un amigo, por Juan Priego

amigosCreo firmemente que todos estamos de acuerdo en que es muy triste perder un familiar o un amigo, pero hay que asumirlo con entereza cuando esta pérdida es por ley de vida a la que todos tenemos que someternos antes o después.


Cuando esta pérdida se debe a las malditas enfermedades por las que estamos amenazados, a pesar de los avances y nuevos descubrimientos en medicina, y ante las carencias cada día más precarias en los servicios de la sanidad pública, se pierde esa entereza invadiéndonos la rabia y la desesperación y rebelándonos contra todo.

 

¡La vida sigue, las injusticias también y hay que combatirlas!

 

Pero esa rabia y desesperación no la percibimos igual cuando el que se va es alguien ajeno a nuestro entorno y continuamos con lo nuestro como si tal cosa, lo que parece normal, aunque no debiera de serlo.


He reflexionado y escrito tanto sobre la amistad, que ahora estaba reflexionando sobre las circunstancias en las que se pierden algunos amigos y también he podido comprobar desgraciadamente, cómo también se pueden perder amigos por maneras de pensar y de actuar en estos convulsos tiempos que estamos atravesando, a todas luces orquestados, dirigidos y propagados por los que mueven los hilos en estos días y que son los mismos que lo han hecho siempre.


¡La vida sigue, las injusticias también y hay que combatirlas!


Cuando te rebelas contra estas maniobras y te manifiestas abiertamente contra ellas, si bien es verdad que te sientes liberado y reconfortado, también lo es que te sientes mal mirado por muchos que sí están a favor de esas maniobras y bulos y que están en contra de los pocos que nos rebelamos, pero se aguanta sin ningún problema, porque lo que importa es la conciencia.


¡La vida sigue, las injusticias también y hay que combatirlas!

Cuando ese defensor de bulos que te mira mal es un amigo, con tus mismos orígenes y vivencias y, compruebas como se ha ido contaminando y casi sin darse cuenta se ha convertido en simpatizante (cuando no votante) de la fachosfera, la cosa cambia y la sensación es muy diferente y ahí también hay que ser valiente, coherente y consecuente para tomar decisiones por muy dolorosas que sean y hay que pensar en repartir ese trocito de amistad entre los demás amigos, sin que afecte para nada al sentimiento de que la amistad es lo más hermoso.

 

¡La vida sigue, las injusticias también y hay que combatirlas!


Esto me motiva y me inspira a escribir este selfi o autorretrato que quisiera compartir con lectores y amigos:

Yo soy ese y soy aquel
y soy Juan el trovador,
de ello son muchos testigos
que con pluma y un papel
y con respeto y humor,
va y retrata a sus amigos.


Y también los atropellos
de tantos facinerosos
retratando a todos ellos
cual reptiles venenosos.


Yo crecí en la barriada
de Los Olivos Borrachos
bajo una cruz y una espada
con muchachas y muchachos.


Con la cruz y escapularios
con la Falange y las JONS
y muchos en los armarios
con más miedo que el copón.


Yo elegí salir de España,
me convertí en emigrante,
trabajé con garra y saña
y lo aproveché bastante.


Te muestro esta pincelada
de mi andar por esta vida,
que siempre ha sido añorada
desde el punto de partida.


Aquí está mi autorretrato
un selfie es como se llama
y me ha salido en un rato
mientras descanso en mi cama.
…………..

Juan Priego

diciembre 2024

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