Algunas reflexiones en el 46 aniversario de la Constitución, por Ángel Díez de Miguel

constitucion española

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La base sobre la que se asienta nuestra convivencia como conciudadanos españoles fue ratificada por el pueblo hace 46 años, son años de luces y sombras, como la propia Constitución, como la propia imagen que acompaña este escrito, por un lado el cuadernillo que se mandó a todos los españoles y por otro la edición de los privilegiados con el escudo franquista que nos recuerda su origen, son años en los que se ha utilizado como arma arrojadiza por muchos que no la cumplen y que en muchos casos tengo la sensación que no la conocen y nunca la han leído.


Ya en el preámbulo nos dice que se hace “… deseando establecer la justicia, la libertad y la seguridad y promover el bien de cuantos la integran”, de todos. También pretende “garantizar la convivencia … conforme a un orden económico y social justo” No creo que la mayoría de los ciudadanos piensen que se ha logrado asegurar un orden justo. Además, aspira a “Promover el progreso de la cultura y de la economía para asegurar a todos una digna calidad de vida” ¿De verdad creemos que todos nuestros conciudadanos disfrutan de una vida digna?


En el artículo primero, nos dice “España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político”.

En este aniversario vemos con tristeza que la libertad está condicionada a disponer de una economía que permita elegir, cosa imposible para quien no llega a fin de mes, vemos que la justicia, la aplicación de las leyes, está condicionada a la escasez de medios que alarga los pleitos hasta que ya no hay manera de hacer justicia.


En el artículo 1 dice con absoluta claridad “La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado” y sin embargo vemos a los partidos de derechas reclamar que los jueces elijan a los jueces, que es tanto como decir que los políticos elijan a los políticos, ¿Dónde queda la soberanía popular?


El artículo 6, nos dice “Los partidos…. Su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos, ¿Lo son?


En el artículo 31 nos dice que “Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad”. Salvo el IRPF, que, si es progresivo, no conozco ningún otro impuesto que lo sea.


En el 35, “Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, …, y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia”. Ni hay trabajo para todos, ni todos tienen salarios suficientes.


En el 39 “Los poderes públicos aseguran la protección social, económica y jurídica de la familia”, No son paguitas, es cumplir la Constitución.


Artículo 47. Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias …. regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación” Dice textualmente, impedir la especulación. Otro artículo olvidado.


Y en el 50, “Los poderes públicos garantizarán, mediante pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas, la suficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad” Lo dice claramente, “periódicamente actualizadas”.


También explica los derechos del Rey. Artículo 56 “La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad”. Sinceramente no creo que ninguno de los ponentes de la Constitución, ni de los parlamentarios que votaron el texto en las Cortes Generales, y por supuesto ninguno de los millones de españoles que la votamos, imaginábamos nunca que esa irresponsabilidad fuera extensiva a las andanzas particulares del emérito, porque si el Rey es totalmente irresponsable, puede robar a manos llenas o preparar un golpe de estado impunemente. ¿Queremos un Jefe del Estado así?


Después vienen unos apartados sobre el funcionamiento de la corona, las cortes, el gobierno, la judicatura, pero entrar en detalle sería demasiado prolijo.


Si quiero destacar lo que nos dicen los primeros artículos que tratan de cómo debe ser la economía y hacienda.


El nº 128 dice “Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general”.


El 129 “Los poderes públicos promoverán eficazmente las diversas formas de participación en la empresa y fomentarán, … las sociedades cooperativas. También establecerán los medios que faciliten el acceso de los trabajadores a la propiedad de los medios de producción”.


Y en el 131 “El Estado, … podrá planificar la actividad económica general para atender a las necesidades colectivas, equilibrar y armonizar el desarrollo regional y sectorial y estimular el crecimiento de la renta y de la riqueza y su más justa distribución”.


No creo que estos artículos se los hayan leído todos los ofendidos constitucionalistas, Alianza Popular ni siquiera votaron SI, que tanto gritan en defensa del neoliberalismo económico. Va a resultar que nuestra Constitución es comunista.


Hablando de la igualdad de todos los españoles, en el artículo 138, dice “Las diferencias entre los Estatutos de las distintas Comunidades Autónomas no podrán implicar, en ningún caso, privilegios económicos o sociales”.


El artículo 167, nos habla de la reforma de la propia Constitución y dice: “Los proyectos de reforma constitucional deberán ser aprobados por una mayoría de tres quintos de cada una de las Cámaras”. Viendo la polarización que vive el país, esto hace que sea prácticamente imposible afrontar una reforma sustancial, es decir, tenemos que convivir con está.


Es imposible estar de acuerdo con todos y cada uno de los artículos y cada cual tendrá sus preferidos y otros que no le gustan, pero esto se votó como un paquete, todo o nada y a todos nos afectan todos los artículos.


Viendo el desarrollo que ha tenido nuestra Carta Magna en estos 46 años, casi resulta revolucionario exigir su total cumplimiento, eso sí, sin interpretaciones mezquinas de los de siempre, de los que aceptaron la Constitución como mal menor para seguir disfrutando de sus privilegios y luego cumplen solo los artículos que les parece bien.

Ángel Díez de MIguel

Han perdido una gran oportunidad, por Juan Priego

rafael nadalEn Málaga, en el estadio Martin Carpena y con la celebración de la Copa Davis entre España y Holanda se despedía del tenis Rafael Nadal y cuando buscaba
información para ver el evento, no me podía creer que los españoles solo lo pudieran ver a través de una plataforma de pago.

 

¡Qué bonito y qué deportivo! El tenis en general y los tenistas españoles en
particular, han perdido una oportunidad única para hacer una despedida épica, justa y ejemplarizante y sobre todo, a través de la todopoderosa multinacional
Movistar, la única que podía retransmitir el espectáculo para todo el mundo incluidos los propios españoles y holandeses, que naturalmente no podían visionar el evento si no pagaban la cuota a Movistar.


Imagínense que los tenistas españoles, que habían hecho suya la retransmisión para despedir a Nadal, en el último momento se hubieran negado a jugar y
hubieran anunciado que sólo jugarían cuando todos los españoles y holandeses pudieran ver esa interesante retransmisión, libremente y sin tener que pagar una
cuota a Movistar.


Me siento muy desilusionado viendo que el tenis español con Nadal y Alcaraz a la cabeza, que siendo aún tan jóvenes ya son multimillonarios y lo serán cada
año mucho más, no hayan sido capaces de protagonizar una gesta que hubiera sido épica para la historia del tenis y para poner las cosas en su justa situación.


Pero, ya que ellos no lo han visto o no han sido capaces de esa gesta, imagínense que la televisión pública hubiese grabado esos partidos y los hubiese retransmitido conforme se hubieran ido terminando, como lo hace YouTube, pero sin anuncios y que la prensa española que normalmente anuncia esos
eventos, hubiera informado de estas retransmisiones públicas del evento, una vez terminados los de pago.


Porque lo que es del futbol, ya no falta que nos retransmitan de los futbolistas, nada más qué a la hora que van al retrete…

 

¿Tú me puedes entender,
que no me pueda callar
lo que quiero defender…?
¡Si no, voy a reventar!


Desde que ya mayor empecé a jugar al tenis, me convertí en un admirador de este deporte y he sido un ferviente seguidor de Nadal y de Alcaraz desde que
empezaron a jugar uno detrás del otro y hace un par de años les dediqué un retrato con palabras, después de un partido de semifinales para la historia, en Indian Wells (con victoria para Nadal). Así lo escribía en marzo de 2022:


Ha explosionado una estrella
en el tenis-firmamento
y en el cielo brilla ella,
¡Alcaraz, vaya un portento!


El duelo Alcaraz-Nadal
fue grandioso como un templo
y el maestro y el chaval
para el mundo son ejemplo.

Qué manera de luchar
contra la fuerza del viento,
qué manera de soplar
tan poderoso elemento.


Cuánta fuerza y cuánto aguante
ambos dos nos demostraron
qué ejemplo de buen talante
con qué pundonor lucharon.


Aunque el maestro ha ganado
este duelo de españoles
también la estrella ha brillado
luchando con dos bemoles.

 

El público ha disfrutado,
también los televidentes
y el nivel que han demostrado
colmó a los más exigentes.


La excelencia y la nobleza
han quedado bien patentes
cuando el bien y la grandeza
no suelen andar presentes.
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Ahora al releerlo, me siento cómo una cándida e inocente palomita mensajera y estoy más motivado a escribir esta otra reflexión:


Poderoso Don Dinero
al que rinden pleitesía
el rico y el poderoso…
¡Con total idolatría!

 

Juan Priego

noviembre 2024

Delincuentes de primaria, por Pepe Morales

viniciousLos gritos racistas en el Bernabéu dirigidos a Lamine, Fati y Raphinha no han sido tratados de forma ejemplar. No detuvo el partido Vinicius como en Mestalla, ni desató su ira hacia los cafres vestidos con su camiseta y sólo cayó en condenarlos al día siguiente. Tuvieron mano de hierro la Federación y el CSD para sancionar al Atleti y al Valencia pero se vistió de seda para no castigar al Real Madrid. La policía ha identificado a tres racistas, ¡tan sólo tres!, de entre los miles que ornean en el estadio durante los partidos, uno de ellos menor de edad.

La textualidad de los insultos, "¡Hijo de puta, eres un mena de mierda, eso es lo que eres", "Puto moro" y "Puto negro!", remite al más que conocido e impune discurso político de Vox y del ala más radical del PP. Al blanqueo del racismo y la xenofobia contribuyen gran parte de los medios de comunicación y las redes sociales, facilitando el aprendizaje de estas conductas por monstruos menores de edad. El papel pedagógico de la familia reproduce la violencia física o verbal en casa o en los partidos jugados en las categorías infantil y juvenil.

La última víctima de la violencia machista ha sido una menor (15 años) a manos de un animal también menor (17). Un estudio de la UGR sobre éxito y abandono en Secundaria y FP alerta de que un 15% de las alumnas sufrió experiencias no consensuadas en la primera relación sexual, de que un 31% de menores dice aprender "mucho" sobre sexo con el porno, de que existe una violencia vinculada a dinámicas afectivas y sexuales marcadas por estereotipos y desigualdad o de que un 42% controlan a sus parejas con las redes sociales.

Tras casos como el del asesino menor de edad, está la huella del negacionismo de Vox, del ala radical del PP, de muchos jueces y fiscales, de la Conferencia Episcopal, de influencers tóxicos, de las letras del reguetón y de los medios de comunicación plegados al interés de quien los riega con dinero público. No es nuevo, es el nacionalcatolicismo 3.0, renacido en el siglo XXI. La misoginia es inherente a un patriarcado machista fuertemente arraigado en toda sociedad cimentada en el autoritarismo y apoyado por todas las religiones del mundo.

«La policía detiene a cinco menores por agredir a una pareja homosexual (“para que sepáis quién manda, maricones de mierda”)». «Condenado un menor a cuatro años por arrojar al tren a un joven por ser gay (“te vamos a tirar piedras, maricón”)». Son dos titulares y las palabras utilizadas por los menores agresores. Otro más: «La Conferencia Episcopal apoya cursos del obispo de Alcalá para ‘curar’ a homosexuales». Y otro: «Vox arremete contra charlas que tratan de prevenir el acoso homófobo y los abusos sexuales». ¿Queda claro?

Acaban de condenar a cinco jóvenes por agredir a un homosexual a quien “...despojaron de su camisa y arrojaron a una fuente, impactando su espalda contra uno de los caños (...) le arrojaron bebidas y llegaron a orinar sobre él al grito de ‘tú eres maricón, aquí no queremos maricones’,,,”. La vergonzosa condena ha sido de seis meses de cárcel y multas de 420 € para cada uno de los siete acusados. ¿No hubo odio? En la misma semana han sido condenadas cuatro alimañas, dos menores, por el asesinato homófobo de Samuel Luiz.

Negacionismo, desinformación y ataque a la educación en diversidad afectiva y sexual son el caldo de cultivo donde arraigan el odio al migrante, el acoso a las personas LGTBI y el desprecio a la mujer, estrechamente vinculados a ideologías extremistas que son un peligro serio para la convivencia y una amenaza real para la Democracia. Cada día hay más gente infectada, sobre todo en una infancia y una juventud de cuya educación han abdicado sus progenitores en favor de internet y las redes sociales, para provecho de la extrema derecha.

Pepe Morales

Saga Bond: Roger Moore (IV), por Julián Valle Rivas

SONY DSC                     En la columna de repercusiones negativas del fenómeno «La guerra de las galaxias» (con posterioridad, «Episodio IV: Una nueva esperanza» —1977—) copa puesto destacado, sin lugar a dudas, «Moonraker» (1979). Lastimero pastiche de las tres entregas anteriores creado al servicio no de Su Majestad, sino del populacho, o sea, de la demanda popular o la moda de la época; al servicio de un ánimo mercantilista, de un beneficio económico, sin importar el resultado, o casi. Legítimo y necesario interés, irreprochable, aunque no sortee un tensado de conciencia, cuando ha de comparecer en pantalla un personaje consolidado en el acervo, como James Bond, 007.


    Con la guerra espacial como tendencia colectiva, la maldita tentación sometió la voluntad de los productores. En el contexto galáctico de finales de los setenta, lanzar al agente británico más famoso de todos los tiempos al espacio, con casco, naves, láseres e ingravidez, era un concepto demasiado jugoso como para dejarlo pasar. Si el tema consistía en usar, a un nivel de mero aspecto formal o formalista (para eso se habían apoquinado los derechos), los títulos de las novelas de Ian Fleming, «Moonraker» hacía pleno. Envuelta en la justificación (o excusa) de una actualización de la historia y del personaje (la novela homónima se había publicado en 1955), pues Albert R. Broccoli pensó que por un cohetito (el diminutivo es literal) apuntando a Londres no merecía la pena ni levantarse de la cama, junto al título de la novela, sólo se conservó el nombre del villano: Hugo Drax. Con ello, el flamante productor ejecutivo Michael G. Wilson institucionalizó la máxima «más y mejor», que el director Lewis Gilbert, en su tercera incursión en la saga, interpretó en el sentido de que no hacía falta innovar, para qué cambiar lo que funcionaba, al extremo de trabajar, según sus palabras, con la tranquilidad del éxito asegurado fuera cual fuese el producto a estrenar. Pelín más moderado Broccoli, quien, reconociendo que la saga prácticamente iba sola y subrayando que su género no era la ciencia ficción sino la realidad científica, afirmó que siempre había que tener muy presente a los espectadores y respetarlos. Comprender qué esperaban del nuevo filme y proporcionarles aquella idea aferrada en la mentalidad gregaria del equipo: evasión. La saga Bond se había instituido en un producto de evasión, y evasión a raudales debía brindar. Lo curioso de tan simpáticas premisas fue que, conforme a lo pronosticado, «Moonraker» arrasó en taquilla, la undécima entrega fue la de mayor recaudación hasta la fecha.


    Con su confianza sobrepasando nuestro sistema solar, Broccoli firmó el prohibitivo presupuesto de treinta y dos millones de dólares que le calcularon. Metidos en faena, el guión, como de costumbre, emanó del esfuerzo armonizado de la camarilla, que Christopher Wood se volvió a encargar de cuadrar. Por ejemplo, la secuencia del salto del avión sin paracaídas de la ineluctable escena introductoria asomó de un cajón atascado de Wilson y generó un problema de rodaje: la cámara panorámica. El volumen y peso de la cámara puso a prueba el ingenio técnico para rodar el tramo de planos aéreos. De nuevo, Wilson, de paseo por una callejuela parisina, se fijó que el escaparate de una tiendecita exponía un diminuto gran angular. Era un objetivo Panavisión de plástico, no de cristal, prototipo desechado por la marca, según el vendedor, sobre el cual manufacturaron una cámara especial de titanio, ligera, apta para el rodaje de la escena. Pero el primer problema fue, menuda ironía, Gran Bretaña, o su reciente reforma en materia tributaria, que desterró la producción a Francia, y sería ya coproducción. País donde los sindicalistas eran muy suyos, Ken Adam, director artístico, una vez ocupados todos los platos franceses (Pinewood quedó para la dirección de maquetas), tuvo que lidiar con la negativa de los operarios a las horas extras. Únicamente la verdadera maestría de sus diseños alentó a unos obreros que acudían los domingos acompañados de sus familias. Y es que los catedralicios decorados de Adam para el filme son prodigiosos. El segundo problema fueron los efectos especiales o espaciales. A sus exagerados facturones, las empresas estadounidenses consultadas sumaron un porcentaje de los beneficios. Así que el ingenio fue otra vez crucial. Para la ingravidez, claro, se colgó al equipo artístico de cuerdas; para lo demás, Derek Meddings, supervisor de efectos visuales, se la jugó (en general, la producción se la jugó) con la técnica de la exposición múltiple del negativo, que consistía en rodar el plano con un elemento, rebobinar la película, rodar con otro elemento, rebobinar, y sucesivamente. Un suplicio de sudores fríos, también para los directores de la segunda unidad, John Glen, que había de ejercer como editor del largometraje, y Ernest Day. Como lo fue para el director de fotografía Jean Tournier, quien sustituyó a Claude Renoir, que inició la preproducción, jubilado por esa enfermedad ocular que le había arrastrado dificultades en la anterior entrega. Palmario el puesto de John Barry en la música y la composición de cabecera con letra de Hal Davis y voz de la inconfundible Shirley Bassey.


    Con cuatro largometrajes a sus espaldas, Roger Moore todavía hubo de torear la sempiterna comparación periodística con Sean Connery, insistiendo en que sus carencias físicas debía suplirlas con chispazos verbales, acordes con su carácter. La sección artística de la coproducción incorporó a Michael Lonsdale, cuya solvencia interpretativa dotó del preciso grado hierático al personaje, y a la seductora Corinne Cléry. Fue la providencia la que sentó a la hermosa Lois Chiles al lado del director en un vuelo. Por aclamación (cientos de cartas saturaron la productora), Richard Kiel redimió a su emblemático personaje. Y los habituales Desmond Llewelyn, Lois Maxwell y Bernard Lee, en su última aparición, puesto que fallecería víctima de un cáncer en enero de 1981.


    Unos malhechores roban la nave espacial Moonraker, que ha sido cedida por Estados Unidos a Gran Bretaña en régimen de empréstito, durante su vuelo de transporte. El prestigio de la nación británica está en juego, la misión ha de recaer sobre el mejor agente secreto: 007, James Bond, quien disfruta de un agradable vuelo que se torna ingrato de repente con la aparición taumatúrgica de Tiburón (Richard Kiel), y culmina con un enfrentamiento paracaidista del cual Tiburón sobrevive en un ejercicio no de suspensión de la incredulidad, sino de tapiado de la misma, encubándola en un espacio angosto y opaco, al estamparse (tras ridículo aleteo) contra la carpa de un circo. Toca, entonces, una visita a la empresa californiana Industrias Drax, fabricante de la nave, hasta donde viaja Bond, no sin antes recibir de Q (Desmond Llewelyn) el nuevo artilugio de la casa: una pistola muñequera de dardos. En California, la bella Corinne Dufour (Corinne Cléry) será la guía (y algo más) de un Bond cuyos primeros careos con Hugo Drax (Michael Lonsdale), multimillonario visionario amante del lujo, la sofisticación y las féminas a pares, ya le provocan esos típicos gestos de cejas enarcadas. En el inmensísimo y afrancesado complejo Drax, Bond conoce a la doctora Holly Goodhead (Lois Chiles), directora de proyectos, que lo invita a probar la máquina centrífuga utilizada en los entrenamientos de los astronautas. Máquina que será manipulada por el secuaz de Drax, Chang (Toshiro Suga), al objeto de que el agente deje de inmiscuirse. La celebérrima pulsera lanza dardos salva a Bond de una muerte segura, confirmando sus sospechas acerca de la implicación de Drax. En un merodeo nocturno por la mansión Drax, con parada lujuriosa en la habitación de Corinne, cuya intimidad y asistencia le costarán la vida, 007 encuentra unos planos que le proporcionan la siguiente pista hasta una factoría vidriera en Venecia, donde se topa, oh casualidad, con la doctora Goodhead (en realidad, agente encubierta de la CIA), y descubre que se produce un extraño compuesto químico muy tóxico para los humanos, aunque inocuo para el resto de especies. Los persistentes intentos por asesinar a Bond ponen a prueba la viabilidad de los canales de la ciudad como circuitos de carreras de lanchas, resultando ser la del agente británico la mejor equipada para tan turbios negocios bélicos, hasta el punto de adaptarse al recorrido terrestre en su modo aerodeslizador. También ponen a prueba la paciencia de los vecinos, vista la tremebunda destrucción cristalera que acarrea el ataque aleve de Chang. Adelantándose a los acontecimientos, Drax desmantela todo el chiringuito veneciano en una noche, con mucha rimbombancia y regodeo ante sus enemigos, por lo que es el hallazgo de unas cajas arrumbadas de Industrias Drax con destino Río de Janeiro lo que fija el próximo movimiento de 007. En la carnavalesca ciudad brasileña, Bond se tropieza con Goodhead. Aliados en un objetivo común, escapan del enésimo sabotaje aderezado con pretensiones asesinas de Tiburón, cuya inmortalidad (tradicional batacazo sin consecuencias) queda gratificada con el amor a primera vista de Dolly (Blanche Ravalec), sin bien no pueden evitar el secuestro de Goodhead. El mortal compuesto veneciano se elabora a partir de la orquídea negra, sólo perjudicial para los humanos, procedente del Amazonas. Allí, reiterada la escena de la persecución fluvial, Bond es conducido hasta la base secreta de Drax, donde, cómo no, le expone su maligno plan de exterminio de la humanidad y posterior repoblación de acuerdo con una serie de parejas seleccionadas que se dispone a proteger en una instalación espacial desde la cual despedirá un remedo de bombas cargadas del material tóxico. Las naves Moonraker le son necesarias para el transporte espacial y una de ellas estaba dañada, razón por cual tuvo que robar la norteamericana que había sido prestada a los británicos. Con todo aclarado y Goodhead rescatada, los dos agentes embarcan en una de las naves y arriban en la instalación espacial, en la que desmantelan el inhibidor de señales, de manera que su existencia se delata a los estadounidenses, que rápidamente ponen en órbita a una suerte de escuadrón de marines espaciales (no, la ideaza no es exclusiva de Warhammer 40.000), iniciándose una batalla de láseres en mitad del espacio entre los soldados de ambos contendientes. Mientras, en la instalación espacial, Bond y Goodhead luchan por el control. 007 ha convencido a Tiburón de que ni él ni su novia encajan en el idílico proyecto de Drax, poniéndolo, pues, de su parte. El lanzador de dardos se convierte en el arma decisiva con la que Bond mata a Drax, expulsándolo al espacio por una escotilla. Por supuesto, la instalación espacial explota y Bond y Goodhead la abandonan en una cápsula de salvamento (Tiburón y Dolly lo hacen en un fragmento desgajado). Por supuesto, la pareja es interrumpida durante su reunión amorosa en gravedad cero por el cuerpo gubernativo.


    «Moonraker» es un largometraje hecho por y para su momento. Filme alimenticio construido para aprovechar el tirón galáctico. Aquel «más y mejor» catequizó en «lo mismo en otro entorno». Refrito que adolece de originalidad, que calca desarrollo narrativo, estructura, persecuciones en lancha (descartaron la propuesta de Wood de una persecución en motos por los puentes de Venecia), salida de un vehículo del agua que se adapta a su recorrido en tierra (en la Plaza de San Marcos los turistas, reales, alucinaron con el aerodeslizador), batalla campal. Por reincidir, se repitió el gag del ayudante de dirección Victor Tourjansky mirando la botella, anonadado. A pesar de ello, el guión, en su bosquejo de partida, es aceptable, la puesta en escena y los decorados son imponentes, los escenarios, magníficos, y los efectos visuales, muy meritorios. «Moonraker», en definitiva, como plan empresarial, lo cortés no quita lo valiente, fue un rotundo y redondo triunfo.


Julián Valle Rivas

Adiós, noviembre, adiós, por Pepe Morales

noviembreDicen que un pesimista no es más que un optimista bien informado, asunto este último muy difícil de conseguir en estos tiempos de bulos y desinformación. No hay que indagar mucho para palpar la realidad y correr a meter la cabeza bajo la almohada después de constatar que el negocio de la muerte cotiza al alza en una bolsa desprovista de valores humanos. Todos los días, en todos los medios, en las redes sociales, en la tienda de la esquina, en el parque, en la barra del bar o en el whatsapp, la muerte y los desastres son protagonistas.

Arrancó el mes de noviembre con el tétrico recuento el día de los difuntos, el de los muertos vivientes y las historias de terror, de los cadáveres causados por la DANA en Valencia y la irresponsable gestión del Partido Popular, de Mazón primero y de Feijóo después. No nos habíamos repuesto del susto, cuando el peor de los pronósticos para la humanidad volvió a poner a Trump al mando del país que es la peor amenaza para la paz mundial, entre los aplausos y vítores de lo peor de cada país. En España fue Abascal quien felicitó al peligro.

A renglón seguido, el genocida Netanyahu interpretó los resultados en EEUU como un aval para la solución final que lleva a cabo en Palestina y Oriente Medio desde hace poco más de un año y que acumula 45.000 cadáveres. Se trata de una edición ampliada y actualizada de la matanza de los “santos inocentes”, llevada a cabo por Herodes y que se conmemora a finales de diciembre entre risas y bromas pesadas. Esta hecatombe no será obstáculo para que los españoles de bien disfruten a gusto la nochebuena, el cotillón y la noche de reyes.

Dos semanas después, Joe Biden se despide del mundo pulsando el botón rojo que subirá el telón para que arranque la tercera guerra mundial. La industria de la muerte no para y nada mejor que poner al mundo al borde de una DANA nuclear y, como ha hecho el Partido Popular, culpar a otros de las consecuencias de su propia irresponsabilidad. Las inversiones en rearme que exigirá Trump al mundo entero son una forma de descapitalizar el estado del bienestar que a duras penas sobrevive en el infierno neoliberal donde sólo prima el negocio.

En España el episodio zombi más patético tuvo lugar el 20 N con aquelarres de nostalgia nacionalcatólica oficiados en iglesias, cuarteles y catedrales con la partícipe bendición de la Conferencia Episcopal. De nada sirve la Ley ante unos bárbaros que se la saltan a capricho y hacen apología de la dictadura impune y públicamente azuzados desde la FAES de Aznar. En España y en el mundo, la Democracia es un valor que cotiza a la baja por la militante intervención de unos medios de comunicación que cambiaron el servicio público por dinero.

En unos días, el 25 N. Es el día elegido para visibilizar la violencia, con resultado de muerte en 1.285 ocasiones desde 2003, ejercida por los hombres hacia las mujeres por el simple hecho de serlo: la violencia machista, el terrorismo machista. También es el día que elige el machismo para visibilizar que sigue vivo y con mayor voracidad que nunca. Ese día, los energúmenos de Vox, y tal vez Ayuso y alguien más del PP, aprovecharán para utilizar a las víctimas del machismo en beneficio propio, como hacen con las de ETA y las de la DANA.

Alguien dirá que es una visión muy pesimista de la realidad cotidiana, que la vida tiene sus compensaciones positivas, que no todo son muertes, guerras y desgracias. El optimismo bien informado mira alrededor y ve el disparate de la vivienda, el desmantelamiento de la Sanidad y la Educación Públicas, el aumento de las conductas misóginas, homófobas y racistas, a una juventud con el proyecto de vida amputado, a la primera generación que vive peor que la de sus padres… y le entran ganas, muchas, de esconder la cabeza bajo tierra.

Pepe Morales

Los perros que babean de rabia, por Juan Priego

teresa riberaEs una noticia para ser celebrada, el que una ministra española haya sido elegida como comisaría europea y más aún después del intento de boicotearla por parte de Dolores Montserrat del PP y Jorge Buxadé de VOX qué, como perros babeando por la rabia, han estado atacándola con una furia manifiesta e incontrolable en el Parlamento Europeo, en un ejercicio más del “Patriotismo” al que ya nos tienen acostumbrados a los españoles, con el incomprensible apoyo de sus fieles votantes, que son capaces de comulgar hasta con auténticas ruedas de molino.


Así que, los españoles que no son fanáticos, podrán celebrar doblemente el triunfo, tanto por tener una representante tan importante en la Unión Europea,
cómo por el estrepitoso fracaso de la Fachosfera rabiosa.


Todo el mundo puede comprobar en la TV estos días, cómo de suave está transcurriendo el cambio de Gobierno en América entre el presidente Biden y Trump (habiendo ganado éste), que el que se produjo la vez anterior cuando había ganado Joe Biden. Si hubiera perdido Trump, ya estarían arrasando el Capitolio y queda claro, que la mitad de los americanos son fachas y como fachas son cobardes. ¿O es que lo han votado solamente para salvaguardar el Capitolio?
¡La fachosfera solo acepta la Democracia cuando ellos ganan y pueden mangonear a sus anchas y lo demás les importa una mierda!


De manera que, el gallego amigo del narcotraficante, tendría que tragarse el discurso que vomitó contra Teresa Ribera en Televisión el miércoles 13 de
noviembre, y remachado por su “Cuca” el mismo día en el Congreso, para sus vergüenzas y las de su partido.


Después de este nuevo intento de atentado contra su propia nación, estos dos repelentes personajes del PP, así como el no menos repelente Buxadé de VOX
deberían irse de la política, porque llevan ya demasiado tiempo dejándola en ridículo.


¡Celebremos esta buena noticia para España y los españoles y también este nuevo fracaso de los que una vez más, tendrán que tragarse su propia baba de pura rabia!


He aquí una breve semblanza del que mueve los hilos del mal en las cloacas del “primer partido de la destrucción”, antes de ahogarse en su propia rabia por
este fracaso:


Aznar, el muy bien pagado
El Aznar nunca se calla,
siempre fue “muy bien pagado”
y a donde quiera que vaya,
se le ve que está endiosado.


El Gran Wyoming lo enseña
en su sátira hilarante
y la derecha se empeña
en mejorar su semblante.


Un sujeto prepotente,
pero lo que a mí me extraña:
¡Que un día fuera presidente
de una nación como España!


En el PP marca el paso
y escribe las directrices,
todos “Ellos” le hacen caso,
ya sean actores o actrices.


Con el Bush se chuleaba
y allá en su rancho de Tejas
las piernas las estiraba
en lo alto de las mesas.


José Mari entusiasmado
tan agradecido estaba,
que cuando fue entrevistado
en tejano se expresaba.


El Gran jefe americano
en Irak quería una guerra
con Toni Blair de su mano
y también Aznar se emperra.


Bush y Blair la sentenciaron
y Aznar los acompañó,
estos dos se disculparon…
¡Pero Aznar no se atrevió!

—————-


Y aquí la del que, después de este estrepitoso fracaso (otro más), no lo reconocerá ni su propio caballo:

 

Abascal el mal nacido
Abascal, el mal nacido,
¿Qué útero te ha engendrado?
Si no te hubieran parido…
A nadie hubiera importado.


Abascal es un malaje,
y siempre esta enfurecido,
debió tomar un brebaje
que estuviera muy podrido.


No puede disimularlo,
lleva el rencor en su mente
y debieran castigarlo
con llevarlo eternamente.


Además de ser un facha
lo veo muy resentido,
parece una cucaracha…
¿De qué letrina ha salido?


Sigue por ese camino
sólo te falta rabiar,
ese será tu destino…
¡Y no mereces cambiar!


Los que son de tu calaña,
lo tienen bien merecido
y no hay bandera de España,
que de honra a un mal nacido.
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Juan Priego
noviembre 2024

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